jueves, 18 de abril de 2024

LOS ÁNGELES CONFIDENCIAL

 

«LOS ÁNGELES CONFIDENCIAL»
James Ellroy (1990)


«(…) conserva copias de las fotos. Las muestra a sus hijos policías, para que conozcan la brutalidad de los delitos que exigen justicia absoluta».


EL CÓDIGO DE LA JUSTICIA ABSOLUTA

La última obra publicada en España de James EllroyPánico (2022), es una novela independiente que no pertenece del Segundo Cuarteto de Los Ángeles (aunque se la esté incluyendo erróneamente en dicha serie, enmarcada en la década de los cuarenta y la II Guerra Mundial), nominación que indica la existencia de un cuarteto anterior: Cuarteto de Los Ángeles (1987-1992), conformado por cuatro excelentes novelas: La Dalia Negra, El gran desierto, Los Ángeles Confidencial y Jazz Blanco. Pues bien, precisamente la tercera de dicho cuarteto, LOS ÁNGELES CONFIDENCIAL (1990), es posiblemente una de las mejores novelas del autor, pues en aquel entonces ya escribía con una brillantez rayana en la perfección, lo cual determina su valor más allá de una trama argumental en la que se cuenta como una serie de crímenes son investigados por unos policías cuyo principio básico de actuación lo constituye la justicia absoluta.

James Ellroy (Los Ángeles, 1948) ha elegido su ciudad natal como escenario de una novela («Quiero escribir exclusivamente sobre LA durante el resto de mi carrera»), que cronológicamente ha situado en la década de los cincuenta: comienza en 1950 y finaliza en 1959. Lo que, ciertamente, tiene su importancia, pues determina su estructura narrativa: suficientemente original como para analizarla. Hay un prólogo y cinco partes (aunque la última se pueda considerar más bien un corto epílogo), cada una de las cuales está separada de la siguiente por un calendario. Y aquí reside, precisamente, su originalidad. Cada una de las partes tiene una estructura tradicional: se sitúa en un momento determinado del tiempo y recoge unos determinados hechos. Pero, finalizada cada parte, el autor introduce un calendario, en el que corren los años o los meses, y en el que la acción de la novela avanza a través de titulares o artículos periodísticos y memorandos o informes internos del Departamento de Policía, hasta que la acción se detiene de nuevo, explicitándose en la parte siguiente, y así sucesivamente.

Tal estructura, que a primera vista puede parecer un tanto confusa o arbitraria, cuando leemos la novela, no sólo deja de parecerlo, sino que se muestra altamente conveniente y muy sugerente.

TRÍO DE DIAMANTES (FALSOS)

Esta estructura se completa con un estilo telegráfico, muy visual (podría calificarse de cinematográfico), cuyo mejor ejemplo puede ser el prólogo (acción pura, telegrafiada directamente a la retina del lector), que confiere al conjunto una tensión y una dureza poco usuales. Características formales que apoyan y realzan un fondo argumental no menos rudo y violento (no sólo importa qué se cuenta, sino también cómo se cuenta).

Pero son los personajes quienes dotan al conjunto de una solidez narrativa ejemplar: están plenamente conseguidos y funcionan con una complejidad y riqueza envidiables. En su elenco no existe separación entre víctimas y verdugos: todos son más o menos culpables: «Las oportunidades abundan. Luego pagas en mayor o menor grado.»

Por un lado, tenemos a Ed Exley, un policía joven, inteligente y ambicioso, para quien su carrera en el Departamento es la razón de su existencia, pues su meta radica en eclipsar a su padre (que ha sido un brillante policía que ha pasado a convertirse en un próspero magnate con un más que probable futuro político) y de hacerle olvidar a su difunto hermano, también policía, muerto en servicio y receptor de las preferencias paternas.

Enfrentado a él, casi desde un principio, tenemos a Bud White, un agente rudo y expeditivo, que recorre Los Ángeles ansioso por vengar simbólicamente la brutal muerte de su madre y cuya respuesta invariable es la violencia.

Y entre ellos, Jack Vincennes (El Gran V), el terror de los drogadictos, popular por sus relaciones con Hollywood y con la prensa sensacionalista, donde aparece con frecuencia, aunque en realidad sea un policía mediocre, obsesionado por un oscuro secreto de su pasado que desea mantener oculto a cualquier precio.

Los tres se ven envueltos, aparte de sus líos y rivalidades personales, en una sórdida trama criminal que va a reforzar sus propios demonios personales, haciendo aflorar tanto sus mejores virtudes como sus peores defectos.

EL DISCRETO ENCANTO DE LAS CLOACAS.

Corrupción policial. Una sangrienta masacre en un bar (con seis víctimas fría y salvajemente asesinadas). Pornografía. Prostitución de lujo. Intrigas del submundo del crimen organizado… Y como telón de fondo Los Ángeles de los cincuenta, con menciones y anécdotas de personajes reales del mundo del espectáculo (como el trágico final del romance entre Lana Turner y su amante, el guardaespaldas mafioso, Johnny Stompanato; la adición a la heroína de Charlie Parker; los escasos "atributos" de Montgomery Clift; y un largo etcétera). Una muestra en suma del lado oscuro de la ley, la política, el periodismo y la aparentemente inocente ciudadanía. Un descarnado descenso a las cloacas sociales en el que no queda títere con cabeza. Toda una invitación a la reflexión tras las noticias que recibimos casi diariamente sobre sucesos como las palizas o muertes de ciudadanos negros perpetradas por policías en Estados Unidos.

Finalmente, hay que remarcar la brillante adaptación cinematográfica de la novela, llevada a cabo por el director Curtis Hanson en 1997 bajo el título L.A. Confidential (protagonizada por Russell Crowe, Guy Pearce y Kevin Spacey), que ya es considerada un clásico del cine negro. No obstante, mucho más recomendable es la novela, más de seiscientas páginas de pura adrenalina, que incitan a una lectura trepidante que no da respiro hasta que se concluye, para dejar, entonces, un vacío en nuestra vida.


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