sábado, 27 de abril de 2024

EL HALCÓN MALTÉS

 

«EL HALCÓN MALTÉS»
Dashiell Hammett (1930)



«Spade tenía el simpático aspecto de un Satanás rubio»

MESA DE COCINA

EL HALCÓN MALTÉS fue la novela que le sirvió a Dashiell Hammett (Maryland, 1894 - Nueva York, 1961) para presentar en público a su personaje más popular, el detective Sam Spade. Así mismo constituirá la base del argumento de la película del mismo título, todo un clásico del cine negro, dirigida por John Huston (sería su primera película como director) y magistralmente protagonizada por Humphrey Bogart (quien, tal como veremos, nada tenía que ver físicamente con el personaje literario).

La extendida proliferación de la novela negra durante el siglo pasado y el presente suele relegar y ocultar obras germinales sobre cuya base ha sido posible el desarrollo y extensión de un género que, indudablemente, está en un momento de expansión y desarrollo incuestionable. Precisamente por ello, parece oportuno ocuparse de su autor y, de paso, comentar una obra tan sugerente como esta.

Hammett escribió la novela en la mesa de la cocina de su casa, durante la que sería su etapa más productiva como escritor, en la que finalizó de un tirón las obras que le harían famoso y le convertirían en millonario: Poisonville, Cosecha roja, La maldición de los Dain, El gran golpe y La llave de cristal: su creación de Sam Spade constituyó un éxito arrollador, pues significó la fama y su entrada en Hollywood.

LENGUAJE DEL HOMBRE CORRIENTE

El argumento de la novela que, según declaración propia, debe mucho a Las alas de la paloma de Henry James (autor a quien admiraba y del que había leído prácticamente todo), se centra en las maquinaciones de un grupo de delincuentes que trata de apoderarse de la valiosa estatuilla de un halcón, regalo de los Caballeros de Malta (de ahí su nombre) al emperador Carlos V en 1530, y objeto, a lo largo de cuatro siglos, de múltiples robos y desapariciones. Cuando la talla lega a la ciudad de San Francisco, Sam Spade se encuentra, de repente, involucrado en una serie de acontecimientos que, al menos en un principio, le sobrepasan.

Sólo su peculiar estilo de trabajo, empleo de la violencia desnuda y la creación artificial de situaciones límite, le permitirán ir arrojando luz en el creciente embrollo. El clima del relato, enmarcado en un tórrido San Francisco, está dotado de una tensión electrizante derivada de su estilo directo, conciso y seco, tan trepidante como la acción, cuajada de inesperados conflictos y potenciada, como siempre en Hammett, por la perfección de los diálogos que, salpicados de ironía, muestran un lenguaje desprovisto de retórica y afectación, pues sus principios y criterios literarios provienen de la época en que escribió libros sobre publicidad y marketing: «las palabras que prefiere el hombre corriente son las que permiten hablar sin pensar».

Como "conductista" convencido, profundiza en la realidad a través de sus aspectos externos. Coherentemente, la psicología de los personajes sólo se muestra a través de su comportamiento, ya que, comprometido con la idea de no interferir en la narración, en todas sus obras son los hechos los que determinan la realidad. Los sentimientos nobles, la amistad o la conciencia ética se manifiestan a través del comportamiento, con lo que supone de pudor y precisión artística.

UN TIPO LLAMADO SAM SPADE

De ahí que la descripción de los personajes resulte notoriamente significativa. Entre todas destaca, por supuesto, la del detective protagonista. Su mentalidad diabólica queda magistralmente descrita en la frase que sirve de entradilla. A través del grafismo de la "V", el autor detalla su rostro: se dibuja una V en su mandíbula, en la boca y en las aletas de su nariz ganchuda. Lo cual, unido a su característica básica, la movilidad de esos rasgos faciales, conforman su aspecto: sonríe mucho, sin separar los labios determinando que las uves de su cara se alarguen. Semejante descripción facial se completa con unas cejas espesas sobre unos ojos gris-amarillentos. El retrato se cierra dotándole de un cuerpo huesudo, musculoso, con anchos hombros y una estatura superior al uno ochenta, todo lo cual produce una sensación casi cómica. A ello hay que añadir su forma de tratar a las mujeres, que, dentro de la línea machista más clásica del género, no trata con otro objetivo que el de llevarlas a la cama lo más pronto posible: planteamiento para nada políticamente correcto, que hoy sería furiosamente criticado y vilipendiado, olvidando que la literatura y, dentro de ella, la novela negra pretende ser un espejo social y romper el espejo no cambia la realidad.

Dicho todo ello, podemos afirmar que, sin duda alguna, el personaje así caracterizado resulta completamente distinto al actor que lo encarnó con mayor éxito, Humprey Bogart. Situación, por otra parte, frecuente en Hollywood: el caso más reciente ha sido la encarnación fílmica del Jack Reacher de Lee Child por parte de Tom Cruise, físicamente a años luz del personaje literario.

Junto a las descripciones, destaca la forma de narrar, que aporta objetividad y falta de emoción propias de un informe policial (quizá sea este el principal legado de Hammett a la moderna novela negra). No obstante, bajo la crudeza y el sarcasmo superficiales, su maestría narrativa consigue hacer aflorar toda la complejidad y ambigüedad de las motivaciones y caracteres humanos.

LEGADO A LA NOVELA NEGRA

Un aliciente añadido, y esa es otra de sus aportaciones a la novela negra, radica en que la investigación no constituye un juego intelectual refinado (como en la obra de Agatha Christie o Arthur Conan Doyle, por ejemplo), sino como una lucha en que la intuición prevalece sobre el análisis y la fuerza sobre la inteligencia. Con él la novela policiaca dejó de consistir en la resolución de problemas mentales y se centró en un mundo donde el crimen es fruto de una sociedad corrompida, injusta y regida por la ley del más fuerte. Precisamente, ese fondo de crítica y sátira social es el que le confiere su pujanza.

Novela, en fin, que responde a esa opinión generalizada de que la narrativa de Dashiell Hammett, al tiempo que cumple todos los requisitos del género negro y las condiciones óptimas para llegar al público (al satisfacer esa necesidad tan humana del entretenimiento derivado de la lectura de hazañas, aventuras y hechos extraordinarios), pertenece a la mejor tradición literaria del siglo XX, pues su apasionada trama detectivesca sirve también para la construcción de personajes veraces y para dar testimonio del clima social de la época: absolutamente recomendable pues está ejemplarmente construida y goza de un estilo chispeante que facilita y agiliza la lectura de sus escasas doscientas cincuenta páginas.


NOTA BENE.

En memoria de Evángelos Odysséas Papathanassíou (Volos, 1943 - París, 2022), Vangelis, inolvidable miembro de «The Friends of Mr. Cairo».


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