«ENRABIADOS»
Jorge Volpi (2023)
VOLPI, CUENTISTA
Páginas de Espuma, que ya había publicado Días de ira en 2011, publica
ahora ENRABIADOS: libro de cuentos, no tan largos como los que publicara hace doce años, que se someten con mayor rigor a las convenciones
del género. Lo que no falta es
la veta siempre experimental del autor. Las motivaciones narrativas de Jorge Volpi (Ciudad de México, 10
de julio de 1968) suelen situarse en la realidad más desagradable.
En sus libros entras sin
saber adónde te llevarán: organiza los elementos de una forma tremendamente orgánica, pero con una precisión en ese encaje de piezas que no se puede anticipar. Es, sin duda, lo más destacable
de su obra. Sus
libros son un inmenso aparato de lógica y
sensibilidad moviéndose, encastrándose y llevándonos a su mundo (que magistralmente nos hace ver que es el
nuestro). Aquí lo vuelve a hacer.
Este libro es un consumado muestrario de miserias, donde hay hermanos y amigos enemistados, frustraciones amorosas y gente que grita mucho, hay también mucha luz, que se presenta a través del uso impecable del lenguaje y un uso inteligente del humor. Logrado mosaico de nuestro tiempo de rabia, donde la ternura y la amabilidad tienen tan mala publicidad, es también el anticipo de lo que aguarda después de la rabia: la soledad, la desesperación, más rabia... Y quizá, por qué no, una invitación a pensar la vida de otra manera.
CUENTOS DE CUALIDAD
Si vamos al índice, vemos que el título de los primeros cuatro cuentos son sustantivos que denotan cualidad, pero no cualquier
cualidad:
Irreversibilidad: lo que ya no puede
corregirse.
Fatalidad: lo que resulta inesperado y
terrible.
Sustentabilidad: lo que puede
sostenerse gracias a la organización cuidadosa de los elementos que lo componen.
Transparencia: lo que es
perfectamente visible, es decir, claro.
Atonalidad. lo que carece de tonalidad.
Este
último, sin embargo, denota actitud, rompiendo esa homogénea geometría semántica que parecía sostener la
idea del libro: una grieta en su armonía.
El libro termina con una
declaración de principios (Poética) por parte del narrador, que
es un personaje. El insinuante juego
de entrada y salida metaliterarias que hace a lo largo de
toda la obra, en este cuento se nota más, y es una forma perfecta de terminar
un libro sorprendente desde el índice.
GÉNEROS ENTRECRUZADOS
Todo presentado con un
variado entrecruce de géneros: Una de mis obsesiones ha sido siempre romper fronteras entre géneros, ha
declarado en El Cultural. El cuento permite jugar con los géneros,
romper las fronteras… En Enrabiados, hay cuentos que son monólogos, otros que son casi teatrales y otros que están en
el límite de ser una novela. Me gusta imaginar que
estas formas breves permiten un juego con la estructura más radical que lo que se puede
hacer con una novela.
Pensar en la
forma
es importante en el cuento, pues, siendo un género cercano a la poesía,
exige una gran atención desde el punto de vista estético (quizá por ello haya
muchos menos grandes cuentistas que novelistas: Volpi es uno de ellos).
En fin, cuentos vinculados por los sentimientos más bajos que toman, a veces, formas
casi imperceptibles no exentas de humor
negro,
que exploran manifestaciones
de acritud, odio e ira, desde las más
tradicionales a las más refinadas, de las más justificadas a las enteramente
irracionales. Reflexión ética, crítica y sociológica desde la sátira: Además, todos estos cuentos son satíricos. (…). Me interesaba
hacer cuentos satíricos donde se exacerban algunos puntos de nuestra
sociedad, particularmente los que tienen que ver con esta sensación dominante de la rabia.
REDES Y ENCABRONAMIENTO
Analiza cómo las redes ejercen como suerte de encabronamiento, en un viaje sin fondo,
un pulso para medir quién se enfurece más. Este mundo distópico donde todos hablan y nadie escucha, donde todas las voces
(informadas o no, éticas o no, bienintencionadas o no) tienen el mismo peso, es
el mismo mundo denso en que habitamos. En tres relatos aparece el
pajarraco azul (Twitter), lugar virtual: Irreversibilidad, Sustentabilidad y Transparencia
Deja, así mismo, al
descubierto la desigualdad palpable entre los grandes poderes y fortunas que gestionan las redes sociales y el
ciudadano
de a pie que las utiliza. Esas redes donde sin
distinción de nacionalidad, sexo, edad o ideología, descargamos nuestro veneno,
nuestra santa rabia, con total impunidad, un sitio donde nos convertimos en
caníbales… criaturas solitarias compitiendo unas contra otras, dedicadas a
desgarrarnos mientras sus dueños esquilman nuestros datos, nuestros secretos y
nuestras personalidades para venderlas al mejor postor.
Pone también sobre el
tapete la caprichosa perversidad
de la cultura de la cancelación capaz de destruir familias, reputaciones y
carreras en cuestión de horas minutos, en una suerte de ciudad global sin ley y
ajena a todo estado de derecho.
¿Por qué necesitamos exhibir nuestra intimidad? ¿Nos hace realmente felices o, al menos,
contrarresta nuestras insatisfacciones? Porque el diseño
de cada red social te marca para distintas cosas. Es terrible que Twitter, que es el centro de la burla y
la sátira de buena parte de los cuentos, marque la discusión pública. Se premia
la inmediatez y la falta de profundidad. Lo que se vuelve viral es siempre lo
más violento, lo más exacerbado y lo más chabacano, donde el impulso es lo que
domina. (…).
Es el tipo de pensamiento que la arquitectura de la web te lleva a expresar, en el que se puede mezclar el insulto con las fotos de
gatitos
sin transición y en el que la rabia y la
ira (eje temático del libro) tienen mucha presencia. De hecho, se han criticado las frecuentes
alusiones a Twitter
(sobre todo el post Elon Musk, de quien hay un epígrafe) como la red del pajarraco azul: ¿efecto
buscado/conseguido?
Hay una rabia legítima la que nace contra la injusticia, la que es
necesaria para cambiar la sociedad y otras inducidas por políticos o falsas, hay políticos que se inventan enemigos para que
esos enemigos concentren la rabia de sus seguidores.
Los opositores ya no solo son adversarios, sino que se convierten en alguien a
quien hay que odiar. La rabia se instrumentaliza desde lo político; a las que se
les añaden unas redes sociales cuya
lógica de funcionamiento parece ser la de mover a esas emociones sin más. Y ya
si están encerrado, eso se multiplica.
RELATO A RELATO
En fin, estamos ante un
conjunto de relatos cerebrales, filosóficos, reflexivos, donde están presentes
casi todos los pecados capitales y donde se desnuda la perversidad del poder,
lo profundo de su alcance y de sus hilos enmarañados. Veámoslos.
IRREVERSIBILIDAD (32 páginas)
Al asistente (Narrador; Cristobal López López, Cris) de un científico gris (Armin Zorn-Hassan), cuya tesis de grado
había versado sobre las formas de la rabia, se le encomienda que escriba una semblanza
a modo de obituario para despedir a su maestro y mentor. ¿Cómo quiere usted que, en un obituario de seis mil caracteres,
acomode tanta revoltura?
Inicia la labor
seriamente, siguiendo las formas hechas de este tipo de textos, hasta que poco
a poco se va irritando hasta componer una digresión sobre lo que de verdad le enerva:
el hecho de que su mentor
nunca lo haya tratado como un igual. Impulsado por el despecho y una aguda sensación de
amargura y frustración va bosquejando un texto que está entre la carta
de despedida y el diálogo (que siempre deseó, pero que nunca tuvo) de igual
a igual con su maestro muerto.
Mientras mantiene esa conversación
unilateral
(y tendenciosa) va presentando los momentos más significativos de la vida del finado, deshilvanando esa
relación desigual, sin obviar la irrupción en Twitter (gracias a él, que
le introdujo en el uso de la red social) de su iracundo maestro, hasta arribar al
irrevocable epitafio para el hombre que nunca le valoró (Pinche cabrón).
Un cuento cáustico, formalmente presentado como el fluir de la conciencia del narrador, a la vez que incorpora elementos de otros
géneros, como el diálogo, las cartas y la biografía.
FATALIDAD (16 páginas)
Vuelco categórico: un cuento
teatral
que expone las confabulaciones en las relaciones
familiares y las implicaciones de la
educación en las personas. Los personajes, emparentados entre sí y cuyos nombres entroncan con la
genealogía de la mitología griega, disputan en torno a la
suerte y al destino: Yocasta (madre); Edipo (padre); Eteocles (hermano); Polinices (hermano del
que hablan los tres anteriores); Antígona (hermana): Ismene (hermana): ajenas a todo, son mujeres; Creonte (tío)
Sófocles en modo culebrón méxicano. Volpi combina lo mejor de la tragedia
griega con elementos
cómicos y de humor negro, que realzan el sentido
de la historia. El cuento
remeda «una tragedia griega
familiar en clave de telenovela» (Adriana Bertorelli en su reseña para La Lectura): Volpi recurre a la tragedia clásica: si los clásicos siguen funcionando es porque funcionan como metáfora del presente. Inmejorable para
contar la destrucción de una familia (y su herencia).
SUSTENTABILIDAD (32 páginas en 14 capítulos)
Intriga política, en varios
actos, sobre el
poder detrás del poder, donde se evidencia cómo la fuerza de Twitter puede acabar con una carrera política: la verdad no importa, importa lo que crean quienes lo leen.
Volpi la considera una
novela reducida a su mínima expresión, donde los personajes remiten a tanto a la actualidad como a series tipo Borgen: Markus Hinterman: matemático;que odia-ama a Eva, de quien será asesor; Eva Lundqvist: activista y ministr); Estela Glück: empresaria, amante de Eva); Alex Dausgaard: novelista marido de Eva,; FUCCA (Frente unido Conta la Corrupción ambiental) tras el que se
oculta Markus; Margit-Ann Jönsson: Primeraº ministra y jefa de Eva. Cómo se puede ver, un plantel de personajes de serie político-social.
TRANSPARENCIA (34 páginas)
Un linchamiento
virtual colectivo escrito en tuits: cuento
a golpe de trinos.
La Transparencia es uno de los invariables del relato en nuestros días (que además cuenta con
muchos adeptos). Aquí la transparencia es el espejismo del que se revisten las redes
sociales
para dar cabida a una comunicación anónima, impune y sin filtros de
ningún tipo.
El cuento
que mejor expone
el espíritu del libro. La forma en la que Volpi
despliega una recopilación de trinos en Twitter para contar, a través de ellos, una
historia resulta desasosegante. Quizá debido a la
contundencia con la que consigue mostrar cómo la rabia, que anida en que tipean, se difunde tiñendo de rojo ese pequeño e inmenso habitáculo
que es un muro
virtual:
gritos y más gritos. A favor o en contra.
¿Qué lugar puede tener en un mundo así la
ternura, o incluso el diálogo? viene a plantearnos Volpi,
con humor, pero con contundencia y un trabajo
estético manifiesto. Sin dejar de hacernos reflexionar sobre cómo se pierde la perspectiva entre recetas de cocina (desopilante la quesadilla de uretra rebozada con salsa
macha), fotos de gatitos, cápsulas
de autoayuda, insultos, fototetas, endiosamientos, peregrinas
preguntas prácticas y la inevitable dosis de lapidación diaria (con todo y la
posterior resurrección: The show
must go on).
Parece una conversación
entre muchos, pero nadie
escucha a nadie, y la sátira (que es el tono del libro) alcanza su máxima expresión.
Aunque se trata de una advertencia
sobre los grades peligros de las redes (eso sí, con ironía y prodigiosa creatividad para acuñar insultos). Pero Volpi no cae en el pesimismo, deja ver que de la
convulsión surgen los cambios: No todo está perdido.
ATONALIDAD (15 páginas)
El quinto cuento
presenta en realidad cuatro historias distintas (Maestoso; Adagio Espressivo; Scherzo Crudele; Rondò: Allegro Barbaro)., todas ellas vinculadas a la música, concretamente sobre la relación
obsesiva
de unos músicos académicos con su instrumento y con su
público,
con distintas intensidades de amor-odio.
La rabia llega hasta la música, tal vez el
caso más extraño, pues en vez de dirigirla contra otros, los protagonistas la
dirigen contra sus instrumentos e incluso contra ellos mismos: En profesiones como esta
(el deporte, el baile) en las que se aspira a la perfección y la entrega
absoluta, no es tan raro que el protagonista acaba odiando el instrumento que
toca. (¿Metáfora sobre la
creación literaria?)
Por un lado, se presenta
unas situaciones tremendas, de desesperación y rabia, de estos personajes, pero,
por otra, cuentan con la música: todos
se salvan,
todos están tan apasionados por lo que interpretan o escuchan que pueden
prescindir del resto del mundo para entregarse enteramente a esa pasión. Sufren,
claro: Sus diminutos aciertos le proporcionaban un enorme placer, pero no
se comparaban con la desilusión de sus derrotas. Sí, pero ese
sufrimiento está aparejado al deseo de superación. Una tragedia que de fondo
termina devolviéndoles a los personajes esa pasión primigenia, que nada tiene que ver
con el mundo del espectáculo, brillante y ruidoso.
Cabe destacar que el
cuarto de estos microrrelatos, Rondò: Allegro Barbaro. es escalofriante, una maravilla; y que contiene reminiscencias
de Sonata, para flauta, oboe, cello y arpa, Op. 1, el primer libro de
cuentos de Jorge Volpi.
POÉTICA (16 páginas)
Parodia de las fórmulas narrativas actuales: cuento escrito por su propio personaje, ofendido y ofensor, destruyendo al
propio autor que lo escribió y reclamándole por sus muchas vidas ficticias.
Cuenta mediante dos vías: (1) el
personaje;
(2); el libro (Enrabiados).

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